La legionelosis es una enfermedad bacteriana de origen ambiental que puede presentarse bajo dos formas clínicas: infección pulmonar o Enfermedad del Legionario (neumonía con fiebre alta) y la forma no pneumónica conocida como Fiebre de Pontiac que presenta un síndrome febril agudo y de pronóstico leve. La infección por las distintas especies de Legionella en el ser humano se produce por inhalación de aerosoles conteniendo el microorganismo y se produce normalmente en varios tipos de instalaciones, equipos y edificios pudiéndose presentar en forma de brotes y casos aislados o esporádicos.
La legislación actual para la prevención y control de la legionelosis, obliga al tratamiento de limpieza y desinfección de las instalaciones de riesgo y a la realización de análisis de control de la calidad microbiológica y físico-química del agua al objeto de no presentar riesgos para la salud pública.