El control microbiológico y fisicoquímico de las aguas de piscinas e hidromasajes evita la aparición de infecciones dérmicas, infecciones de mucosas, infecciones gástricas o reacciones alérgicas entre los usuarios. La legislación actual define aspectos muy concretos que tienen como objetivo disminuir los agentes contaminantes en este tipo de aguas.
Según el Decreto 95/2000 es obligatorio analizar los siguentes parámetros bimensualmente en las piscinas de uso público: Amonio, Oxidabilidad, Coliformes totales, Clostridium sulfito-reductores, Enterococos y Staphylococcus aureus.